viernes, 27 de mayo de 2016

66. La Vecindad y Nuestro paso por Sucre.



La Vecindad y Nuestro paso por Sucre.

Bonita coincidencia para el proyecto de la Vecindad.


Estar en el taller de Juan era como entrar en un túnel del tiempo y volver a ser niños.

……..Coincidencias que pasan en el camino. De pronto un día al pasar por la plaza principal de Sucre nos encontramos con un letrero de un show de títeres, fuimos a preguntar un par de días después sobre el evento y por mera coincidencia resulto que estaba el joven que iba a hacer la presentación, Juan Rodriguez, argentino de nacimiento, pero que ya llevaba 20 años viviendo en Bolivia, quien había ido a la feria de San Marcos en Aguascalientes en el festival de títeres y quien desde el comienzo nos trató excelentemente bien, nos cedió tres de sus presentaciones de la semana y nos abrió las puertas de su casa y de su taller de marionetas, nos permitió investigar en su colección de libros y sobre todo de música, y nos brindó su amistad de la manera más auténtica.

*Fragmentos del diario.
Lunes 9 de Mayo, 2016.
El día previo a una presentación conlleva  momentos de desesperación, momentos en que uno cree que todo va a salir mal, pero a final de cuentas todo termina por acomodarse… Para cuando regresamos a la casa y vimos que cada vez era más tarde terminamos por descartar la opción de ir al centro a trabajar, para mejor quedarnos en la casa afinando los detalles de la presentación que íbamos a tener el siguiente día en el Jardín de niños  Colegio Schultt.  Todavía teníamos que terminar de escribir el guion de la obra que aunque ya estaba casi terminado en nuestras cabezas, todavía no estaba escrito en ningún lado, arreglar el atuendo de varios de los personajes, cortar el escenario de la vecindad y sobre todo hacer el traje de chapulín colorado quien andaba casi desnudo, pero las cosas en algún momento del ensayo suelen trabarse y hacerse difíciles, no terminábamos de ponernos de acuerdo con algunos diálogos, no terminábamos de acomodarnos para comenzar a hacer el primer intento de ensayar la obra sin frenarnos y sin estar leyendo, todavía nos reíamos como idiotas de algunas de las bromas que utilizábamos para el show, el cual había decidido que se llamara chow del chavo en honor a la letra “ch” que tan inteligentemente fue utilizada por Chespirito, pero seguíamos hablando de esas cosas sin sentido y de bromas absurdas en vez de enfocarnos bien en lo que realmente teníamos que hacer. Pero al final dimos un ensayo de corrido que no nos había salido muy bien, todavía con muchos detalles y cosas por mejorar y por recordar…



Martes 10 de Mayo, 2016.
…A juntar las marionetas, contadas una por una hasta completar las 10 (no queríamos que nos pasará algo como lo de mi pobre angelito), a doblar las telas negras para tapar el escenario que nos había prestado Juan, así como a desarmar los tripees, así como ya salir, Julieta y yo, vestidos caracterizados como el chavo y la chilindrina. Salimos a las nueve pasadas, fuimos a la avenida con todas las cosas, y paramos un taxi, para antes de las 10 ya estábamos en la escuela, teníamos tiempo suficiente de preparar el escenario y prepararnos nosotros para la presentación que comenzaba a las 10:30.   Por primera vez estábamos usando un escenario más profesional, menos improvisado, con telas negras que nos había prestado Juan. Poco después de las 10:40 nos dieron aviso que ya era hora de comenzar, Julieta y yo nos fuimos al baño a terminar con los detalles de nuestras caracterizaciones del chavo del ocho y de la chilindrina, nos pusimos las últimas pecas, y comenzamos el acto, saliendo caminando y actuando nosotros dos, hasta que se apareció la marioneta del chapulín colorado, manejada por Luis, y nos dio unas pastillas de chiquitolina para convertirnos en un par de marionetas más. Al final se escucharon varias risas y durante un rato pareció ir muy bien, aunque al final los niños de entre 4 y 6 años terminaron por distraerse un poco, pero todo salió muy bien.
Después del show estuvimos recogiendo el escenario y conviviendo un poco con los niños, al final nos pagaron y todo salió muy bien.

Domingo 15 de Mayo, 2016.
Nuestra idea era bajar no tan tarde para repartir los últimos volantes que nos habían quedado, pero en eso Juan propuso que hiciéramos los tacos, así que al final nos quedamos cocinando, pero cuando fuimos a comprar las cosas al mercado nos fuimos platicando la obra y lo que le podíamos añadir o mejorar; luego regresamos a cocinar, Juan llego con su hija Joaquina a comer, los tacos quedaron bastante ricos, con su salsita, su guacamole y con tortillas de harina. Luego bajamos los cinco al centro en un taxi, Juan nos ayudó a poner las luces y el sonido, pero luego se fue, así que quedamos nosotros y le pedimos a Eleonor, la chica de la Alianza, que nos apagara la luz cuando nos tomamos las pastillas de chiquitolina.  El show salió mucho mejor, con algunas cosas nuevas, con una despedida diferente, y con la gente felicitándonos y tomándose fotos con la vecindad. En la noche regresamos a casa de Juan, Luis se compró unas cervezas y estuvimos allí de muy buen humor festejando que nos había ido bien en la presentación y aunque no hubo mucha gente, si pudimos presentar algo de mayor calidad.



Escrito por David Herrera El González.

23 de Mayo, 2016.

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